Entrar en contacto con el coachee, apoyar a liberar su potencial y crecimiento

El desarrollo personal es algo con lo que la gente se enfrenta día a día, existen algunas personas que están más dispuestas y abiertas que otras a crecer y madurar para ser mejores seres humanos.  Cuando una persona identifica que necesita modificar algo en su conducta, ya que esto le impide progresar en otras partes de su vida, ya sea en el ámbito personal o profesional, puede tomar la decisión de solicitar ayuda para poder lograr los cambios que tiene en mente y que posiblemente en varios intentos no ha podido alcanzar por sí mismo.

Una organización también puede detectar que existen puntos importantes que requiere desarrollar en su equipo para poder alcanzar los objetivos del grupo, por lo que pude requerir el apoyo de expertos que ayuden a alinear a su personal con la cultura y con lo que requieren para alcanzar las metas con mayor eficacia.

En ambas circunstancias el Coach requiere de entablar una buena relación con la persona y ganarse su confianza para que se pueda abrir fácilmente y se puedan explorar los puntos que se requieren mejorar.

Es muy importante que el Coach establezca con el coachee que el proceso se lleva para desarrollar y potencializar sus propias habilidades, las respuestas y acciones a seguir las tiene el mismo, lo primordial es estar abierto y explorar en conjunto todas las alternativas posibles para poder aterrizarlas en acciones que en un corto plazo se vean reflejadas en un mejor desempeño con mejores resultados para sí mismo y para la organización. 

El primer contacto con el coachee y la impresión que se lleve puede marcar la diferencia para la apertura al desarrollo y al logro de los objetivos establecidos por la empresa o aquellos que el mismo quiera alcanzar, es de suma importancia que en la primera sesión se invierta tiempo en el establecimiento del rapport, entrando en contacto con información básica tanto de la forma de cómo se llevará el proceso, como información de ambas partes que les permita conocerse entrar en confianza y establecer las reglas o criterios básicos entre la relación Coach y Coachee.

El establecimiento del objetivo a trabajar es lo que determinara el desarrollo de las sesiones de coaching, para lo cual se requiere iniciar con las preguntas adecuadas para identificar a dónde quiere llegar el coachee, y en su caso alinear sus objetivos con lo que está buscando modificar la organización. Saber preguntar es la base para poder integrar la información necesaria del cachee y transformarla en una sesión provechosa.

Existen varios tipos de peguntas que pueden apoyar tanto al Coach como al Coachee a encontrar los datos e información necesaria para trabajarla en las sesiones y lograr aterrizar los resultados en acciones concretas que el Coachee pueda llevar a cabo, mismas que reflejen la modificación de las conductas y lleven a un mejor desempeño y potencial de sus habilidades.

Encontrar el camino del desarrollo con apoyo de otros. Buscar liberar el potencial y encontrar la plenitud.

Dependiendo de la problemática a trabajar, el Coach se puede valer de varias estrategias y técnicas que apoyen a encaminar al Coachee a descubrir la información que lleva dentro de sí mismo y que lo llevará a generar los cambios que se están buscando. Es muy importante como Coach tener la sensibilidad suficiente para poder guiar al Coachee en esa introspección que lo encamina a tratar de contestar las preguntas del Coach durante la sesión. Algunas veces las emociones pueden desviar un poco al Coachee de la objetividad que se busca para el manejo de la información que está en movimiento, una buena guía por parte del Coach marcará la diferencia entre tener una sesión productiva o continuar con la misma dinámica de conductas que no apoyan al Coachee a potencializarse y mejorar en lo que se propone.

Un buen comienzo para empezar a integrar información es hacerlo por medio de preguntas reflexivas, lo que apoyan al Coachee a identificarse consigo mismo y empezar a recabar toda la información que lleva dentro, pero que por sí mismo no ha sido capaz de integrar y manejar para convertirla en acciones concretas a implementar y que lo apoyen a la modificación positiva de sus conductas habituales y las cambie por otras que nunca ha hecho que lo apoyen al logro de su objetivo.

Existen otro tipo de preguntas que pueden apoyar al Coach a dirigir al Coachee, y son utilizadas dependiendo de cómo se vaya desenvolviendo la sesión para romper barreras de comprensión entre las creencias actuales y particulares con la realidad que puede modificar de sí mismo y de lo que lo rodea. Se pueden utilizar preguntas comparativas que ponen al Coachee en un entorno generalizado y su panorama se abre para que se dé cuenta que no es el único en esa situación y se puede obtener información más específica en cuanto a su creencia actual y como modificarla.

Otra estrategia muy útil es ayudarlo a ver la cosas desde el contexto opuesto, para que a través de entender la otra cara de las cosas pueda comprender su situación actual. También ubicando al Coachee desde un punto de vista como observador de la situación puede ayudarlo a ver las cosas desde otra perspectiva y encontrar emociones o situaciones que no era capaz de observar antes.

Utilizando la combinación de tipos de preguntas y estrategias ayudan al Coach a encaminar al Coachee a la reflexión muy íntima de su situación para llevarlo a aterrizar las acciones necesarias que lo ayuden a potencializar sus habilidades y al logro de sus objetivos. Una vez que el Coach maneja esta variedad de técnicas y preguntas estará capacitado para el manejo de diversas situaciones que se le presenten de acuerdo a la problemática expuesta por sus clientes.

Teniendo esto bien dominado se cuenta con la base para consolidarse como un buen Coach y estar listo para enfrentarse a toda variedad de situaciones y saberlas encaminar a una buena sesión de coaching que resulte exitosa para ambas partes.